La importancia de usar tubos Eppendorf para mantener la humedad de nuestras semillas
La humedad relativa se debe mantener más bien baja, para conservar adecuadamente las semillas en un cultivo de marihuana. Lo interesante es elegir unos tubos que se puedan sellar, como es el caso de los tubos Eppendorf.
Estamos hablando de instrumentación avanzada: son frascos de vidrio caracterizados por contener gel de sílice en su interior. No admiten tanta cantidad de semillas como si ocurre con otros tubos; digamos que es más bien un soporte para ofrecer una muestra, para poder apreciar el estado global de cada cosecha.
También es una buena opción para transportar sin tener que llevarse una caja de madera, u otros tubos mucho más amplios.
Los tubos Eppendof tienen una característica forma cilíndrica con un fondo de la misma forma. Se diseñan en un material resistente y cuentan con una tapa especial para conseguir un cierre hermético.
¿Cómo usar los tubos Eppendorf para conservar las semillas de cannabis?
Esto tubos nos permiten conservar nuestras semillas, evitando que se puedan romper al chocar entre ellas, además de evitar el impacto de unas condiciones de temperatura y humedad que resulten demasiado elevadas. Este método permite que, aunque las condiciones externas no sean adecuadas, en el interior del tubo siempre se mantengan las adecuadas.
Un recurso que funciona muy bien con los tubos Eppendorf es agregar perlas de gel de sílice en el interior del tubo. Para evitar que tengan cualquier contacto con las semillas, agregaremos un trozo de espuma.
Lo que buscamos es que, aunque se incremente la humedad relativa del exterior, o la temperatura, el aire del interior se quedará inerte.
Estas condiciones también se mantienen gracias a al tapón del tubo.
En el caso de que el cierre no sea correcto, o que no lo hayamos cerrado adecuadamente y penetre cualquier sustancia, el gel de sílice se encarga de absorberlo, para evitar que afecte al cultivo.
Si todavía no tienes uno de estos tubos, siempre puedes usar los clásicos botes de cristal o plástico o herméticos. Aunque si bien es cierto que cumplirán con el objetivo que buscamos, se deberían complementar también con algunos elementos para absorber el exceso de humedad, como es el caso de cristales de sílice, arroz, entre otros elementos. Sepáralos de las semillas utilizando algodón o algún papel.
Así conseguirás que la humedad relativa del entorno no sea ni superior al 30%, inferior al 20%.
Hazte con algunos tubos Eppendorf y podrás conservar mejor tus semillas.