Mosca Blanca

La mosca blanca es una de las plagas más temidas que se pueden presentar en el cultivo. Prolifera en condiciones de temperatura elevadas y de humedad, encontrando en este medio las circunstancias adecuadas para poner huevo y empezar a reproducirse a grandes velocidades.

Aunque es una plaga complicada de eliminar, también hay muchos productos que nos pueden ayudar a ganar la batalla, como los que tienes aquí:

¿Qué es la Mosca Blanca?

La Mosca Blanca no es una mosca como tal, sino una chinche, aunque no lo parezca. Se caracteriza por tener un cuerpo de color amarillo, con una cera protectora recubriéndolo de color blanco (de ahí recibe su nombre).

Su tamaño es de unos 2 mm y resulta letal para las plantas porque se alimenta a través de su sabia. Esto es posible debido a que usa su picador y chupador para alimentarse a través del azúcar de casi cualquier parte de la planta. Es más común encontrará en el envés de las hojas, siendo más difícil de identificar.

¿Qué síntomas delatan la presencia de la Mosca Blanca en el cultivo?

Los lugares que elige la mosca blanca para perforar las hojas empezarán a presentar tonos discordantes: veremos una serie de puntos o manchas que nos avisarán de la pérdida de clorofila). Finalmente, estas se secarán y las hojas empezarán a caerse. También se cubrirán de una melaza azucarada que podría atraer a otras plagas, como es el caso de las hormigas.

Incluso, el hongo negrilla podría proliferar sobre las hojas cubiertas con dicha melaza.

Tratamientos de prevención contra la Mosca Blanca

La prevención es la mejor forma de combatir esta plaga. Si las condiciones de humedad y temperatura no son adecuadas, así como si la planta se encuentra débil, empezaremos a tener los primeros problemas.

Otros factores que propician la aparición de la mosca blanca son los abonos mal equilibrados (con exceso de nitrógeno), plantas que se encuentren demasiado juntas y compitan por los alimentos, un aire estancando o la proliferación de las malas hierbas.

Tratamientos para acabar con la Mosca Blanca

·Trampas cromáticas: puedes comprarlas ya hechas, o confeccionarlas por tu cuenta si tienes un poco de paciencia. Tan solo tendrás que colocarlas en las cercanías de aquellas plantas que hayan sido afectadas por la plaga y verás cómo se quedan pegadas.

·Jabón potásico: es tu gran aliado a la hora de tratar diferentes plagas. Necesitarás llevar a cabo unos 3 tratamientos, asegurándote de cubrir en su totalidad toda la planta. Entre cada aplicación se recomienda dejar unos 7 días de descanso.

·Aceite de Neem: podemos seguir el mismo tratamiento que con el jabón potásico, pero usando aceite de Neem. Probablemente, servirá para combatir la plaga.

Estos dos productos anteriores son ecológicos, por lo que no causarán daños en la planta. Pero si la plaga es muy agresiva, quizá deberías sopesar la idea de combinar su uso con determinados productos químicos, potenciando así el efecto biocida.

Elige el producto o productos adecuados en esta sección y la plaga será historia.

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