La importancia del riego minucioso para tus cultivos exóticos
Aunque la planta de cannabis es muy resistente, y puede sobrevivir hasta a las condiciones más extremas, si el cultivo no recibe la suficiente cantidad de agua podríamos tener un crecimiento nefasto. Si la planta se llega a secar, no podremos hacer nada.
En el cultivo de cannabis nos podemos permitir errores hasta un límite. Pero, si nos olvidamos por completo y no adoptamos correctas pautas para regar, la planta tendrá carencias hasta que se terminará muriendo
- Una excesiva cantidad de agua afectará radicalmente a las raíces: estas acumularán tanta humedad que llegarán a pudrirse. También podría hacer que no les llegue oxígeno como cabría esperarse.
- Si no le llega la cantidad de agua adecuada, se secará.
¿Cómo automatizar el riesgo en un cultivo exótico?
Existen diferentes sistemas de riego automatizado para tu cultivo. Aunque requieran de una mayor inversión, también son los más recomendados: y es que no te exigirán estar controlando la planta en todo momento para evitar carencias. Además, también podrás estar seguro de que la presión del agua que recibe el cultivo es la adecuada.
Se recomienda su instalación con un programador de riego.
Por lo general, las plantas de cannabis se deben regar cada 3-6 días, aunque esta frecuencia puede variar dependiendo de la climatología y del tamaño de cada planta. Un recurso que podemos utilizar para controlar el regadío de la planta es pesarla antes de regarla y después.
Pesaremos las plantas antes de regalarlas para saber si todavía están cargadas de agua; si la planta la ha absorbido, entonces podemos echarles más. Con un programador de riego podrás automatizar gran parte del proceso, y te podrás olvidar parcialmente de controlarlo. Sin embargo, nunca te podrás olvidar del todo, ya que en cualquier momento se podría producir cualquier tipo de incidente.
¿Qué tipo de agua se recomienda para un cultivo de cannabis?
Un error típico es utilizar la misma agua del grifo para regar un cultivo de cannabis. No será una mala idea si la mineralización es alta (esto lo podemos comprobar con un instrumento de medida que nos permita conocer si el valor EC es inferior a 0.4).
Si este valor es superior, podemos agregar agua osmotizada o de la lluvia para ajustar los niveles. También es posible usar filtros especiales para conseguir la regulación.
Recuerda que el agua es importante, por lo que también lo es el hecho de montar una infraestructura lógica que nos asegure que esta llega a su destino. Con recursos como los programadores o los automatizadores de riego podemos delegar gran parte del trabajo en la tecnología, evitando así olvidos o errores puedan perjudicar a la calidad final del cultivo… incluso que puedan provocar la muerte de la planta.