¿Qué son las trampas para cultivos exóticos y como pueden ayudarnos?
Son muchas las plagas las que pueden llegar a nuestros cultivos, como la mosca blanca, el pulgón, cochinillas, la araña roja, y estos son tan solo algunos ejemplos.
Los pesticidas químicos no siempre son la mejor opción: si nos excedemos, podríamos llegar a afectar drásticamente a la planta, incluso podría llegar a morir o alterar su producción.
La gran ventaja que tienen las trampas para plagas es que las podemos integrar en el sistema sin que comprometa al cultivo de ninguna manera.
Podemos encontrar diferentes tipos de trampas para cultivos que elegiremos en base a los resultados que queramos conseguir:
Trampas adhesivas
Son aquellas trampas que, como su nombre indica, incluyen algún tipo de elemento adhesivo para que los insectos se quedan pegados en las mismas y no puedan escapar de ninguna manera.
Se deben colocar en las partes altas de la planta, ya que de esta forma resultarán irresistibles para ciertos insectos (por ejemplo, para la araña roja). Una vez que penetran en su interior, se quedarán pegados al suelo y esto hará que el insecto no pueda salir nunca de ahí.
Para evitar que sean ligeras y que puedan salir disparadas con el primer golpe de tiempo, suelen llevar algún elemento que eleva su peso hasta cierto punto. Lo más habitual es que lleven algo de arena.
Trampas de feromonas
Sin embargo, algunas plagas no tendrán especial interés por entrar en nuestras trampas adhesivas, como es el caso de las orugas. En este caso, podemos ir un paso adelante y colocar las trampas de feromonas.
Las feromonas son un tipo de sustancia química que segregan los seres vivos. Estas trampas engañan a las plantas, haciéndolas muy atractivas. Por ejemplo, funciona muy bien a la hora de atrapar a mariposas, impidiendo que dejen sus huevos en nuestro cultivo.
El único problema de usar estas trampas es que se deben adaptar a la fase de crecimiento de la planta al completo. Esto quiere decir que no solo tienen que seducir a las hembras para evitar que pongan huevos, también tendrá que cumplir con el mismo cometido en los machos para evitar que estos los busquen y los fecunden.
En definitiva, las trampas para tus cultivos son un buen recurso para acabar con las plagas sin que hagas lo mismo con las plantas. Suelen ser soluciones completamente naturales y libres de productos químicos. Además, son fáciles de utilizar y funcionan bastante bien.
En base al tipo de plaga que quieras contrarrestar, elige la trampa que mejor se adapte.